domingo, 9 de enero de 2011

reanimacion neonatal con sindrome de aspiracion meconial


Reanimacion por el sindrome de meconial

Es una afección grave en la cual un recién nacido aspira una mezcla de meconio y líquido amniótico hacia los pulmones cerca del momento del parto.
El Meconio es el término utilizado para las primeras heces eliminadas por un recién nacido poco después del nacimiento, antes de que el bebé haya empezado a digerir leche.
En algunos casos, el bebé elimina heces (meconio) mientras aún está dentro del útero. Esto generalmente sucede cuando los bebés están bajo estrés, debido a que no están recibiendo suficiente sangre y oxígeno.
Una vez que el meconio ha pasado hacia el líquido amniótico circundante, el bebé puede broncoaspirar dicho meconio. Esto puede suceder mientras el bebé aún está en el útero o aún está cubierto por el líquido amniótico después del nacimiento. El meconio también puede bloquear las vías respiratorias del bebé inmediatamente después del nacimiento.
Esta afección se denomina aspiración de meconio y puede causar dificultades respiratorias debido a la hinchazón (inflamación) en los pulmones del bebé después del nacimiento.
Los factores de riesgo que pueden causar estrés en el bebé antes de nacer abarcan:
  • Disminución del oxígeno al bebé mientras está todavía en el útero
  • Diabetes en la madre gestante
  • Parto difícil o trabajo de parto prolongado
  • Hipertensión arterial en la madre gestante
  • Pasarse de la fecha prevista para el parto

EVALUACIÓN INICIAL
Esta basada en la respuesta a 4 preguntas, ¿El líquido amniótico es claro? ¿La gestación es
a término? ¿El recién nacido r¿Tiene buen tono?. Si todas las respuestas son afirmativas: el recién nacido puede ser colocado piel con piel con su madre y si es necesario se puede secar con toalla y limpiar
la boca con una gasa. Los cuidados de rutina pueden esperar y no hay necesidad de interferir el primer contacto con su madre. Si alguna repuesta no es afirmativa se procederá a la estabilización inicial.


Técnicas de Reanimación:

 ESTABILIZACIÓN INICIAL
Si la valoración inicial no es afirmativa, actuar en el orden que sigue salvo en caso de líquido amniótico meconial:
a) Evitar pérdida de calor: tras ligar y cortar el cordón umbilical, colocar al niño bajo una fuente de calor radiante.
b) Optimizar la vía aérea: colocar al niño en decúbito supino con la cabeza en posición neutra o ligera extensión. Si precisa, aspirar secreciones con una sonda de 8-10 F, primero boca y después nariz. La presión negativa no debe ser superior a 100 mmHg o 20 cmH2O. La succión debe ser en periodos breves y de forma superficial, evitando introducir la sonda profundamente, ya que se puede producir un espasmo laríngeo y bradicardia vagal.
c) Secar la piel con toallas precalentadas,
retirando las toallas húmedas y cubriéndole con una seca. Se debe evitar
tanto la hipertermia como la hipotermia.
d) Estimulación táctil: si tras la maniobras anteriores el recién nacido no inicia la respiración estimularle con palmadas suaves en la planta de los pies o
frotando la espalda.
e) Reposicionar. Estas maniobras se realizan en los primeros 30 segundos


VALORACIÓN
– Respiración: el llanto del niño es la confirmación del inicio de una ventilación adecuada. Si no existe llanto se
debe valorar la frecuencia y profundidad de los movimientos torácicos, así como la existencia de patrones respiratorios anómalos (respiración en boqueadas o “gasping”, excesivo trabajob respiratorio con tiraje a diferentes niveles).
– Frecuencia cardiaca: auscultar el latido cardíaco o tomar el pulso en la base
del cordón umbilical.
– Color: observar si el niño tiene color sonrosado, está cianótico o pálido. La cianosis periférica es habitual y no significa en sí misma hipoxemia. La evaluación de estos 3 parámetros se debe realizar cada 30 segundos durante el tiempo que dure la reanimación. 

OXIGENACIÓN
Si el recién nacido está cianótico a pesar de
una respiración y frecuencia cardiaca adecuadas puede considerarse la administración
de oxígeno libre. El oxígeno puede administrarse mediante bolsa de anestesia, mediante una mascarilla facial conectada a un mezclador aire/oxígeno, o colocando un tubo de mezcla aire/oxígeno entre dos dedos de la
mano haciendo una mascarilla. El hecho de
que el oxígeno al 100% pueda ser perjudicial para el recién nacido, como han demostrado diferentes estudios, nos obliga a revisar lasnuestras rutinas asistencialesel
aire debería ser usado inicialmente, reservando el O2 para aquellos neonatos que no mejoran después de una ventilación efectiva. La
monitorización de la SpO2 podría ser útil para orientarnos sobre la concentración óptima de O2 a usar en cada momento de la reanimación. Estudios recientes demuestran que en recién nacidos sanos se alcanza una
SpO2 del 90%entre los 5 y 8 minutos de vida. En base a todos estos conocimientos creemos que se debería iniciar la administración de oxígeno, cuando sea necesario, a concentraciones bajas (O2: 30%-35%) y que el aumento, el descenso o la interrupción posterior del mismo debería ser guiada por la valoración
clínica de la respiración, la frecuencia cardiaca, el color, y por la SpO2 cuando se disponga dtengamos el dato. El objetivo de una SpO2 preductal (sonda en mano derecha) de 93- 97% en el neonato a término y del 85-92% en el pretérmino puede ser aceptable actualmente. Las modificaciones en la FiO2, salvo situaciones de extrema gravedad, se deben
realizar de forma gradual, como es habitual en el manejo respiratorio de estos niños en las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales.

VENTILACIÓN
Ventilación no invasiva y manual (mascarilla-bolsa autoinflable, mascarilla-tubo en
T, mascarilla laríngea)
Indicaciones:
– Apnea o movimientos respiratorios inadecuados.
– Frecuencia cardiaca inferior a 100 lpm a
pesar de que el niño haya iniciado la respiración.
Técnica:
Posición en decúbito supino, con la cabeza
en posición neutra o ligeramente extendida.
Abrir la vía aérea (aspirar secreciones si precisa) y colocar la mascarilla. Esta debe ser de
tamaño adecuado, no debe apoyarse en los ojos y no debe sobrepasar el mentón, permitiendo el sellado total de la boca y la nariz. Debe ser transparente y con rodete a


Intubación endotraqueal
Debe estar disponible el material adecuado al tamaño del niño que vamos a reanimar.
Indicaciones:
– Ventilación con bolsa y mascarilla ineficaz.
– Si se prevé un tiempo prolongado de ventilación.
– Cuando se requiera aspiración traqueal
(líquido amniótico meconial).
– Situaciones especiales: hernia diafragmática y prematuridad extrema.
Técnica: posición en decúbito supino con la cabeza en ligera extensión. Introducir el laringoscopio por la derecha con la mano izquierda, desplazando la lengua hacia la izquierda. Avanzar la hoja del laringoscopio (pala recta del 0 en los prematuros y del 1 en niños a término), hasta situar la punta en la vallécula o sobre la epiglotis. Al traccionar en la dirección del mango del laringoscopio se ven las cuerdas vocales (una ligera presión externa sobre la laringe puede facilitar su visualización). Con la mano derecha, introducir el tubo endotraqueal de tamaño
adecuado para la edad gestacional y peso.
Se desaconsejan los tubos endotraqueales con diámetro inferior a 2,5 mm así como los tubos con balón. Cada intento de intubación no debe durar más de 30 segundos

MASAJE CARDIACO
Indicaciones
– En cualquier momento si hay ausencia
de latido cardíaco.
– Frecuencia cardiaca inferior a 60 lpm 
tras 30 segundos de ventilación con
presión positiva.
Técnica: colocar los pulgares (uno al lado 
del otro en caso de recién nacido a término
o uno encima del otro si es pretérmino) sobre el tercio inferior del esternón, por debajo de la línea intermamilar, y el resto de los 
dedos abrazando el tórax. Otra forma consiste en comprimir en el mismo punto con 
dos dedos colocados perpendicularmente al 
esternón (figura 3). Esta técnica puede ser 
más útil en caso de un solo reanimador. La 
profundidad de la compresión debe ser 1/3 
del diámetro antero-posterior del tórax. El 
ritmo de compresión/ventilación debe ser 
3/1: Tres compresiones seguidas de una ventilación.
Actitud
Después de 30 segundos de ventilación y
masaje cardíaco valorar la frecuencia cardiaca:
– Si FC < 60 lpm: administrar adrenalina
y continuar otros 30 segundos ventilando y con masaje cardiaco.
– Si FC > 60 lpm: continuar ventilando.




Equipamiento para reanimación neonatal
Superficie cubierta y firme para poder reanimar fuente de calor y luz
  • reloj con cronómetro
  • oxígeno
  •  sábanas calientes, bolsa de polietileno o abrigos
  • guantes
  • estetoscopio
  •  aspirador, sondas de aspiración (6,8,10 Fr)
  •  máscaras faciales (0,1)
  •  bolsa autoinflable con reservorio (tamañoneonatal), bolsa inflable por flujo o sistema en pieza en T
  •  laringoscopio con hoja recta ( tamaños 0,1),
  • baterías, lamparitas para las hojas
  • sondas endotraqueales (tamaños: 2.0. 2.5, 3.0,3.5 y 4 mm de diámetro interno)
  • conductor
  • sondas nasogástricas ( 6,8 Fr)
  •  jeringas descartables (1,2 y 10 ml), agujas descartables (nº 23 y 24)
  • catéteres intravenosos
  • catéteres umbilicales
  • adhesivos, oclusores, tijeras
  • drogas : suero fisiológico, naloxona, adrenalina (1/10 000)